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Los elementos de esta sección (publicados por la Fundación Utopía Verde entre los años 1998 y 2013) están pendientes de revisión actualizadora: más información.

Tartessos

Desde el siglo X hasta el siglo V a.C.

Aún permanecen oscuras la formación y extensión territorial del reino de Tartessos, así como la localización de su capital (probablemente una ciudad-estado que dio nombre a toda su área de influencia). No obstante, sí se sabe que ocupaba el área SO de la Península Ibérica, en torno a la desembocadura de los ríos Guadalquivir, Tinto y Odiel.

También se tienen datos de su organización política, que era superior a las del resto de los pueblos ibéricos: el Estado Territorial, con el centro en una ciudad que constituía la capital y a cuya cabeza figuraba un monarca. En cuanto a la sociedad, ésta se hallaba dividida en clases o castas. En el caso de Tartessos se han determinado siete: terratenientes en la cumbre, varias intermedias y en la base los esclavos. También existía una clase mercantil enriquecida.

Los tartessios practicaban una agricultura evolucionada, eran buenos navegantes y pescadores, trabajaban los metales y conocían la escritura (teniendo un alfabeto similar al ibérico). La explotación minera (cobre, plata, oro) y el tráfico del estaño (la ruta de las Cassitérides) les llevó a un activo intercambio comercial. Hacia el año 1.100 a. C., tras la fundación de Gadir por los fenicios de Tiro, se inició una competencia que terminó con el sometimiento de Tartessos al vasallaje de los colonizadores, tras luchas mantenidas especialmente bajo el rey tartessio Gerión (siglo VIII a.C.).

En el siglo VII a.C., el rey Argantonio ayudó a los griegos de Focea en su lucha contra los persas. Tras la derrota de los griegos foceos por los etruscos en la batalla de Alalia y la decadencia massaliota, hacia el 500 a.C., las fuerzas tartessias fueron aniquiladas por los cartaginenses, que habían tomado el relevo a los fenicios en el comercio del Mediterráneo Occidental, tras el sometimiento de los fenicios de Tiro a los asirios.

Después de esa última fecha se produjeron todavía algunos levantamientos de los tartessios, como por ejemplo los ataques a Gadir, en los que ésta se vio obligada a pedir ayuda a Cartago, que dominó fácilmente las rebeliones.

A partir del siglo V a.C. deja de tenerse constancia histórica de Tartessos. A partir de este momento se vuelve al fraccionamiento de este área (SO de la Península Ibérica) en estados de menor entidad y regidos por reyezuelos.