Túmulos
Introducción
Huelva se encuentra situada en las
tierras donde confluyen los ríos Tinto y Odiel, a los pies de una serie
de elevaciones formadas básicamente por cuarcitas cuaternarias
impregnadas de óxido de hierro (lo que les confiere una peculiar
coloración rojiza), que recubren margas terciarias fosilíferas (las
margas son rocas grisáceas no muy duras formadas principalmente por
carbonato de cal y arcilla) y que se elevan sobre el nivel del mar
desde los 40 a los 90 metros (según el lugar). En la antigüedad, hace
unos 2.600 años, el aspecto peninsular de esta parte de la tierra tuvo
que ser más marcado y el estuario debía ofrecer un carácter de golfo
marítimo al no existir las extensas marismas de los márgenes (de
formación relativamente reciente).
En los siglos VII y VI a. C.
existió en la península de Huelva un hábitat urbano donde se desarrolló
una civilización basada en las industrias de extracción de plata
proveniente de la Cuenca Minera onubense y de salazón de túnidos. Estas
actividades económicas atrajeron a gran número de comerciantes del
Mediterráneo Oriental, los cuales trajeron consigo nuevas tecnologías,
productos, ideas y formas de vida que conformaron la denominada
"Civilización Tartéssica" (fusión de las culturas mediterráneas
orientales, indígenas y de los migradores originarios de Centroeuropa).
En
las ya mencionadas elevaciones (por aquí les llamamos "cabezos") existe
una extensa necrópolis del periodo orientalizante (siglos VII y VI a.
C.) de enorme importancia científica por dos razones:
- Por el excepcional interés cualitativo y cuantitativo de la documentación arqueológica que ofrece: se trata del único yacimiento arqueológico vinculado al mundo fenicio occidental que ha ofrecido una gran cantidad de piezas metálicas de gran calidad técnica y artística.
- Por el excepcional estado de conservación de los vestigios de la Edad de Hierro que allí hay: en este yacimiento apenas se han destruido los vestigios anteriores al periodo romano, y ello porque a finales del s. VI a.C. y comienzos del s. V a.C. el área habitada de esta zona sufrió un proceso de contracción y abandono parcial, reduciéndose el núcleo urbano y permaneciendo así hasta hace poco tiempo. Esto ha evitado que el desarrollo ulterior de la ciudad alterase y destruyera la necrópolis orientalizante. Además, este yacimiento funerario se ha librado del generalizado saqueo de tumbas antiguas que se produjo durante el siglo XIX por dos razones: su lejanía del centro urbano y el enmascaramiento de las sepulturas, camufladas por la tierra teñida de óxido de hierro que caracteriza a estos cabezos.
Estas son las principales razones por las que hoy, a principios
del siglo XXI, los ciudadanos de Huelva estamos luchando por su
conservación y mejora a través de la Plataforma Parque Moret
Los Túmulos
Forman
el Sector C.1 de la necrópolis orientalizante y se encuentran en el
Sector 1 del Pulmón Verde de Huelva (lo que actualmente llamamos Parque
Moret). Aquí se han encontrado tumbas intactas con estructura tumular
de más de 20 metros de diámetro (alguna llega a alcanzar los 60 metros)
y que datan del siglo VI a.C.
Estos túmulos suelen emplazarse
sobre elevaciones naturales, lo que dificulta enormemente su detección
a simple vista, por lo que los arqueólogos que los investigaban
(profesor Juan Pedro Garrido Roig y su equipo) tuvieron que recurrir
también a la fotografía aérea y a la prospección geofísica para
localizarlos y confirmar su naturaleza artificial.
La estructura
de estas antiguas sepulturas consiste en un pozo o cámara funeraria
excavada en el suelo virgen, donde se colocaba un enterramiento ,
quizás principal, con sus ajuares, y sobre el que se levantaba un
montículo artificial.
Por otro lado, los prototipos estilísticos
de los objetos metálicos hallados se vinculan tanto al arte fenicio
como al griego y al neohitita o urartiano, es decir, nos encontramos
con los elementos característicos del arte orientalizante, tanto de
inspiración fenicia como minorasiática.
No obstante, a pesar de
los conocimientos existentes sobre el periodo orientalizante o
tartéssico, quedan aún por despejar numerosas dudas: grado de
influencia que ejercieron los grupos orientales en la población
indígena, tipo de integración de los pueblos llegados de Centroeuropa,
formas de organización social-política-económica de la población del
sudoeste peninsular, relaciones entre el Mediterráneo occidental y
oriental, etc.
Para intentar resolver éstas y otras muchas
incógnitas acerca de este periodo, el profesor Juan Pedro Garrido Roig
lleva 7 lustros realizando actividades de investigación arqueológica en
la provincia de Huelva. Ultimamente, ha dirigido las excavaciones
arqueológicas realizadas en los años 1995 y 1996 en los túmulos
ubicados en el Parque Moret, con importantes hallazgos en el túmulo 2
durante la campaña de 1996 (cerámicas: chipriotas, etruscas, sirias,
...; fragmentos de espadas de hierro; fragmentos de marfil procedentes
de instrumentos de viento; piezas de bronce: brasero, caldero y jarrón
rodio -pertenecientes al ritual de enterramiento-; etc). Además, el
equipo de arqueólogos del profesor Garrido Roig tiene la certeza de que
lo más importante está aún por descubrir, por lo que podemos asegurarte
que todavía nos queda mucha historia antigua por descubrir en el Pulmón
Verde de Huelva...